INTERIORISMO, COLOR Y FENG SHUI



El Feng Shui es una disciplina ancestral incluída en la filosofía Taoísta. Originariamente era parte del cuerpo de conocimientos que unía filosofía con ciencia natural y que se encargaba de estudiar e interpretar los cambios que ocurren en la naturaleza, el clima y los astros.


Se basa en la Teoría de los Cinco Elementos (madera, fuego, tierra, metal y agua), para clasificar los fenómenos naturales y sus interrelaciones.

COLOR Y FENG SHUI

El color provoca un efecto psicológico, influye sobre nuestro estado de ánimo y sensaciones.


Podemos dividir los colores en función de las energías Ying y Yang.

La energía Ying es pasiva, por lo que nos produce un efecto relajante, tranquilizador. (azul, negro, púrpura, blanco...)
La energía Yang es activa, por lo que nos provocará sensaciones de pasión, entusiasmo, motivación. (amarillo, naranja, rojo...)




MADERA

Verdes, azules. Representan la primavera y el renacer. Transmiten calma, tranquilidad, ayudan al optimismo y a la creatividad. Recomendados para habitaciones donde se quiera resaltar estos aspectos.


FUEGO

Rojos. Se trata de un color Yang, y por lo tanto, estimula la energía. No hay que abusar de los colores rojizos. Inadecuados para entornos de trabajo, donde pueden provocar distracción. Los tonos atenuados, como el color salmón o el albaricoque son ideales para crear ambientes cálidos y armoniosos. Los colores del elemento fuego se asocian con el amor, la pasión y el matrimonio.


TIERRA

Tostados y amarronados. Representan estabilidad, seguridad. Recomendados para suelos. Cuanto más anaranjados,  nos ayudarán a resaltar ambientes cálidos, ya que fortifican la luz del sol. No recomendados para entornos de trabajo ya que no ayudan a la creatividad. Los colores amarillentos excitan el sistema nervioso y son colores optimistas, ideales para cocinas o lugares oscuros. Los tonos amarillos, ocres o dorados son ideales para habitaciones, ayudan a concebir.


METAL

Grises. Transmiten formalidad, seriedad, por lo que combinados con tonos azules, son ideales para entornos de trabajo. El blanco es el color de la pureza y la pulcritud. Es ideal para cuartos de baño y cocinas. Representan la energía yang y conviene combinarlos con tonos negros para introducir el yin y así buscar el equilibrio.


AGUA

Azul oscuro. Representa el cielo,  recomendable para dormitorios. Los colores del elemento agua son tonos que absorben gran cantidad de luz  y oscurecen ambientes. Adecuados para entornos de trabajo, combinados con el rojo favorece el éxito. Los violetas son recomendados para zonas de reunión.